Iglesia Nuestra Senora de La Candelaria de La Vina (Salta)

La Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria de La Viña es un monumento histórico ubicado a tan solo 5 cuadras de la plaza principal de Salta. Este magnífico edificio religioso encierra en sí mismo una profunda historia que vale la pena conocer. Sus bellas características arquitectónicas y su cercanía a la plaza 9 de Julio la convierten en una parada obligada durante tu visita a la ciudad. Recomendamos visitarla en las mañanas o después de las 17 horas para asegurarte de encontrarla abierta y poder disfrutar de su belleza.

Una de las impresiones más comunes al contemplar la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria de La Viña es su belleza exterior. A pesar de encontrarse en una zona no tan atractiva, esta iglesia destaca por su arquitectura impecable y sus colores llamativos. Su torre de 44 metros de altura, una de las más altas de Argentina, alberga en su interior la figura sagrada de la Virgen de la Candelaria. Si bien el horario de cierre es a las 20:00 horas, te recomendamos planificar tu visita con antelación para que no te pierdas la oportunidad de contemplar este monumento cuando esté iluminado.

Este templo religioso merece un profundo respeto y admiración. Es necesario transitarlo en silencio y con cuidado, ya que no es un simple paseo turístico, sino un lugar sagrado. Cuando ingreses, te sorprenderás con su tamaño y su colorido, tanto por fuera como por dentro. Aunque la iglesia se encuentra algo alejada del centro, su belleza rivaliza con la Catedral de Salta y su visita es altamente recomendable para todos los amantes de la arquitectura y la cultura. Asegúrate de ajustarte a los horarios de apertura, de 7:00 a 12:00 y de 17:00 a 20:00 horas, ya que la ciudad tiende a detenerse durante la siesta.

Aunque no pudimos acceder a su interior en nuestro recorrido por la ciudad, la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria de La Viña nos cautivó desde lejos con sus vibrantes colores y su magnífica arquitectura. Es difícil capturar su grandeza en una fotografía debido al limitado espacio en la vereda opuesta, pero el esfuerzo vale la pena. No importa si no puedes entrar, solo llegar hasta allí y observarla es una experiencia enriquecedora.