Laguna Turquesa (Ushuaia)

La Laguna Turquesa es una joya escondida en Ushuaia que vale la pena descubrir. Aunque menos conocida que su vecina, la Laguna Esmeralda, ofrece una experiencia única y fascinante. El sendero hacia la laguna comienza en un tramo empinado de bosque, que puede resultar un poco complicado al principio. Sin embargo, una vez que se sale del bosque y se llega al valle, el camino se vuelve más accesible. A lo largo del recorrido, los carteles amarillos y amarillos y blancos pegados en los árboles aseguran que no te pierdas en el camino.

A medida que avanzas, la laguna se revela ante tus ojos con su hermoso color turquesa. Aunque más pequeña que la Laguna Esmeralda, su belleza es incomparable. Rodeada de montañas rocosas, la laguna emana paz y serenidad. Además, desde este punto privilegiado, tendrás una vista impresionante de la Laguna Esmeralda y el glaciar Ojo del Albino a lo lejos.

Es recomendable llevar suficiente agua y comida, ya que no encontrarás lugares para comprar en el camino. Además, es importante utilizar calzado adecuado para trekking, ya que puede haber mucho barro en el camino. El clima en Ushuaia puede cambiar rápidamente, por lo que es aconsejable vestirse en capas y estar preparado para cambios repentinos. La caminata desde el comienzo del sendero hasta la laguna puede llevar alrededor de una hora, dependiendo de tus paradas y ritmo de caminata. Sin duda, la Laguna Turquesa es una opción imprescindible para los amantes de la naturaleza que visitan Ushuaia.