Mirador Comastri (Buenos Aires)

En la encantadora ciudad de Buenos Aires se encuentra el fascinante Mirador Comastri, ubicado en el límite de los barrios de Chacarita y Villa Crespo. Esta magnífica edificación fue construida en el siglo XIX por Agustín Comastri, un agricultor de origen italiano, y solía ser su residencia familiar. En aquellos tiempos, la zona era principalmente rural, por lo que contar con un mirador era habitual para vigilar el extenso terreno circundante y protegerse de posibles ataques. El mirador, coronado por una cúpula vidriada en la parte superior de la residencia, ofrecía una vista panorámica única de la zona. El acceso al mirador se realizaba a través de una sucesión de escaleras, la última de las cuales tenía una forma de caracol. La torre solía contar con un reloj que servía como punto de referencia durante mucho tiempo, además de ser el primer pararrayos de la ciudad y contar con una impresionante lámpara de gas que se encendía todas las noches para guiar a los visitantes. Hoy en día, aunque el acceso al interior de la construcción no está permitido, se puede admirar este tesoro arquitectónico desde la calle. Sin embargo, los esfuerzos de recuperación y restauración llevados a cabo recientemente por vecinos y descendientes de Comastri prometen abrir las puertas de esta joya cultural en el futuro. ¡No te pierdas la oportunidad de visitar este cautivador lugar lleno de historia!

Ubicación: En las calles Loyola, Fitz Roy, Bonpland y Aguirre, en los barrios de Chacarita y Villa Crespo, en Buenos Aires.

Horarios: Actualmente, el acceso al interior del Mirador Comastri no está permitido, pero puedes disfrutar de su belleza arquitectónica y su exuberante jardín desde la calle.

Precio: La entrada al Mirador Comastri es gratuita, ya que se trata de un monumento cultural que actualmente no se puede visitar en su interior.

Características especiales: La torre del mirador se eleva majestuosamente sobre la antigua residencia y brinda una vista panorámica de la zona que en su momento fue un paisaje rural. Además, el mirador solía contar con un reloj, un pararrayos y una gran lámpara de gas, elementos que resaltaban su importancia en la época. Aunque el acceso al interior aún no está abierto, los esfuerzos de recuperación y restauración buscan crear un espacio cultural para la comunidad en el futuro. Este lugar es un testimonio vivo de la historia arquitectónica de Buenos Aires y un recordatorio de su rico patrimonio cultural. No te pierdas la oportunidad de apreciar su encanto desde la calle. ¡Una visita que seguramente te transportará a épocas pasadas llenas de encanto y misterio!