Reserva Ecologica (Santa Fe)

La Reserva Ecológica de Santa Fe es un excelente lugar para aquellos que deseen interactuar con la naturaleza sin tener que alejarse demasiado del centro de la ciudad. Ubicada junto a uno de los espejos de agua más hermosos de la región y rodeada de restaurantes, esta reserva ofrece una experiencia inigualable. Aquí encontrarás una gran variedad de vegetación, aves de diferentes especies e incluso podrás observar iguanas. Aunque el recorrido es corto, resulta sumamente agradable, gracias a los aromas y sonidos propios de la naturaleza. Aunque no siempre haya personal para brindar visitas guiadas, esto no impide que puedas disfrutar de un momento grato en este ambiente natural. Además, disponen de baños químicos que te sacarán de apuros. Sin duda, es un lugar limpio y bien señalizado, ideal para recorrerlo con niños.

La Reserva Ecológica es un espacio natural per se, una creación de la propia naturaleza. Sin embargo, algunos visitantes señalan la falta de colaboración humana en su mantenimiento. Afectada por la sequía de los últimos meses, esta reserva cuenta con aguas subterráneas y se encuentra rodeada por agua. Aunque se prometen reparaciones y señalizaciones en los caminos, algunos de ellos no conducen a ningún lado. Además, el mirador sobre la laguna actualmente se encuentra inaccesible. En cuanto a la fauna, es posible avistar una familia de cuises, una lagartija y diversas especies de aves. A pesar de estas críticas, visitar la reserva sigue siendo interesante debido a su entorno natural único.

La Reserva Ecológica se encuentra ubicada en terrenos irregulares ganados a la laguna Setúbal hace décadas como medida de protección contra las inundaciones. Estos terrenos han sido poblados naturalmente por una gran diversidad de fauna y flora autóctonas, que apenas han sufrido alteraciones para crear recorridos destinados a los visitantes sin dañar el medio ambiente. A medida que avanzas por la reserva, desaparece cualquier rastro de intervención humana y te sumerges en una sensación de estar en una isla salvaje. Sin barreras que restrinjan la movilidad de los animales y elementos volátiles de las plantas, la reserva permite una conexión directa con la naturaleza. Únicamente se objetiva la falta de limitaciones para el tránsito vehicular en la avenida costanera y paseo de la Laguna, lo cual perturba la tranquilidad del lugar con ruidos, emanaciones tóxicas y polvaredas innecesarias. A pesar de esto, la reserva sigue siendo un encuentro con la naturaleza en estado puro, ofreciendo la posibilidad de observar especies autóctonas y disfrutar de una experiencia agradable.