Túmulo de Liliana Crociati de Szaszak (Buenos Aires)

El Túmulo de Liliana Crociati de Szaszak, ubicado en el Cementerio de La Recoleta, es uno de los destinos más conmovedores que encontramos al recorrer esta histórica necrópolis de Buenos Aires. Liliana Crociati, una joven argentina, perdió la vida de manera trágica durante un viaje de vacaciones junto a su esposo en Austria. La pareja fue sorprendida por una avalancha que golpeó el hotel donde se encontraban, y Liliana falleció asfixiada bajo la nieve mientras su marido milagrosamente logró sobrevivir.

Los padres de Liliana, devastados por la fatalidad, decidieron repatriar su cuerpo y le construyeron un hermoso monumento en su memoria. El túmulo, diseñado por su madre, lleva un estilo neogótico y se caracteriza por sus grandes ventanas y arcos ojivales, que permiten que la luz ilumine el espacio interior, similar al cuarto de Liliana en su hogar.

En el monumento, podemos apreciar una imponente estatua de bronce realizada por el escultor Wilfredo Viladrich, que representa a la joven vestida de novia acariciando la cabeza de su perro Sabú. A los pies de la escultura, hay una placa con un poema escrito por su padre en italiano, lleno de dolor y dedicado a su querida hija. Estas características especiales han dado lugar a numerosas legendas y mitos, como el supuesto grito desconsolado de Liliana que se rumorea se puede escuchar entre las almas sin paz que habitan el Cementerio de la Recoleta.

Visitar el Túmulo de Liliana Crociati se convierte así en una experiencia conmovedora y llena de misterio. Su belleza arquitectónica, su historia trágica y el poema lleno de dolor que su padre dedica a su hija, hacen de este lugar una visita obligada para quienes desean conocer más acerca de las historias que encierra el Cementerio de la Recoleta. No olvides traer una traducción del poema escrito por su padre para profundizar aún más en la tristeza y la emoción que envuelve a esta pieza de bronce.