Reserva Aguas Chiquitas (El Cadillal)

La Reserva Aguas Chiquitas, ubicada en la provincia de Tucumán, es una opción ideal para los amantes de la naturaleza y las aventuras. Con un sendero de dificultad media-alta, esta travesía ofrece un desafío emocionante para aquellos que buscan un poco de adrenalina en su viaje. Con una duración de casi tres horas de caminata de ida y dos de regreso, el recorrido entre la primera y segunda cascada requiere un esfuerzo extra, pero vale la pena. Si buscas una experiencia completa, es recomendable contar con la ayuda de un guía, quien estará encantado de acompañarte en esta emocionante excursión.

La Reserva Aguas Chiquitas es una experiencia única que, aunque algo complicada en algunos tramos, te recompensará con su belleza natural. Recomendada para grupos de amigos o aventureros solitarios, el camino puede volverse desafiante en ciertos momentos, por lo que no se recomienda llevar niños pequeños. Sin embargo, una vez que llegas, la vista de las cascadas y el entorno natural te dejará sin palabras. No dudes en sumergirte en esta travesía y disfrutar de cada paso en este fascinante rinconcito de Tucumán.

Muy cerca de Tucumán, se encuentra la Reserva Aguas Chiquitas, una verdadera joya natural. Aunque puede resultar un poco complicado llegar, debido a algunos problemas de señalización en el pasado, sigue siendo un lugar que merece ser explorado. Si bien el camino puede ponerse algo complicado en algunos tramos, no te desanimes, ya que una vez que ingreses en la reserva, todo el esfuerzo valdrá la pena. Si decides llegar hasta las cascadas, ten en cuenta que el camino puede extenderse a unas dos horas de caminata en subida. Así que, si llevas niños pequeños o muchas pertenencias, ten en cuenta que puede resultar un poco más difícil. Sin embargo, esto no debería detenerte, ya que la experiencia de sumergirte en estas aguas cristalinas y maravillarte con la belleza natural que te rodea, no tiene precio.

La Reserva Aguas Chiquitas es un lugar que debes visitar si estás en Tucumán. Además de ofrecer una hermosa caminata de dos o tres horas hasta llegar a las cascadas, es un refugio perfecto para escapar del calor y el ruido de la ciudad. Aunque lamentablemente, los alrededores pueden estar algo sucios, el interior de la reserva es un paraíso escondido. Recuerda planificar tu visita en un buen día, evitando aquellos en los que se pronostiquen lluvias o en los que haya llovido mucho previamente, ya que el río puede volverse peligroso. Puedes llegar a la reserva en micro desde la terminal o utilizar los remises disponibles, aunque estos pueden ser un poco más costosos. ¡No te pierdas la oportunidad de nadar en las lagunas y date un gusto en este lugar hermoso y refrescante!